Una representación de regantes tradicionales del río Argos de Calasparra se han congregado hoy día 15 de junio en la puerta de Confederación Hidrográfica del Segura, trasladando a la sociedad la insostenible situación que atraviesa el regadío tradicional en la huerta de Calasparra debido al precio que se les exige por el uso de agua de riego, hasta el punto de verse obligados a presentar decenas de solicitudes para dejar de secano, de por vida, las tierras de regadío tradicional histórico.
Resulta inédito que, en la cuenca del Segura, donde se exigen trasvases a diario, decenas de humildes agricultores, dueños de minifundios, se vean forzados a tomar esta drástica decisión mientras comprueban que los secanos se convierten en regadíos por goteo y parte de su concesión de agua va a parar a tierras del Trasvase Tajo-Segura. Además, el agua dejó de fluir por las acequias a diario para sólo hacerlo previa petición por escrito y no antes de ocho días. Esta periodicidad impide sacar adelante hortalizas, patatas y verduras como era la costumbre realizar entre los olivos centenarios.
Actualmente, a los agricultores tradicionales se les pide 175 euros por tahúlla (1.118 m2) y año mientras que a sus compañeros de riego presurizado se les pide 47 euros por tahúlla y año. Esta disparidad de precios en el uso del agua de la misma concesión, se viene agravando desde la puesta en marcha de una modernización de regadíos parcial concluida en el año 2015.
Además, se quejan porque Confederación Hidrográfica del Segura no les da cita presencial, no atiende sus consultas por escrito, no da acceso telemático a los expedientes solicitados y no remite copia de los mismos como establece la Ley, sospechando que el Organismo de Cuenca pretende desviarles a los caros y tediosos tribunales en temas tan banales administrativamente. Más grave aún es no conocer la respuesta al recurso de alzada presentado hace nueve meses respecto a la injusta disparidad de precios en el uso del agua de los regantes de una misma concesión (175 euros unos y 47 euros otros) y a varios recursos de alzada de regantes pidiendo dejar sus tierras de secano tal y como establecen sus Ordenanzas y el artículo 212.4 del Real Decreto 849/1986, por el que se aprueba el Reglamento de Dominio Público Hidráulico.
Como si se tratase de un castigo, quien ahora decida pasarse al riego por goteo, se le exige pagar las cuotas de riego presurizado desde 2015, aún sin haber utilizado la infraestructura presurizada y estando al corriente del pago de las cuotas de riego tradicional y, también, sufragar todos los gastos de zanjas, gomas y contadores volumétricos de las conducciones terciarias que a otros regantes les fueron pagados, casi en su totalidad, con fondos europeos.
Como conclusión a la concentración, se ha leído una carta remitida a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Doña Teresa Rivera Rodríguez, donde resumen su desesperación y le piden su intervención para solucionar el grave problema, bien fijándoles un precio razonable al uso del agua, como el de sus compañeros de riego presurizado, bien convirtiendo en secano sus tierras de regadío tradicional histórico, con todo el dolor que les produce.