El Ministro de Educación, Ángel Gabilondo, presidió el pasado miércoles en Calasparra la entrega del Escudo de Plata de la Villa a los cuatro jóvenes premiados este mismo año con el reconocimiento nacional a la excelencia por el rendimiento académico del curso 2007-2008. El acto, organizado por el Ayuntamiento local, estuvo respaldado por una destacada representación por parte de las universidades donde los jóvenes han cursado sus estudios, como el Rector de la Universidad de Granada, el de Murcia, el de la U.P. de Cartagena, o la Vicerrectora de la U.P. de Valencia, entre otros representantes del cuerpo docente. Junto a ellos se sumaron al reconocimiento el Consejero de Universidades, Salvador Marín, el Delegado del Gobierno en Murcia, y Alcaldes de la comarca. Con semejante lista de invitados la tarde prometía ser intensa y cargada de emociones, y así fue.
Con un discurso extraordinario y con frases para recapacitar como que "se puede vivir y estudiar"; "hoy en Calasparra se transmite algo a la sociedad y es que en estos tiempos es un estímulo que haya gente excelente como vosotros (refiriéndose a los jóvenes) que habéis demostrado que se puede sacar adelante un proyecto con coraje"; o que "el conocimiento es la única posibilidad para que un país progrese y avance adecuadamente" , la intervención de Ángel Gabilondo centró el solemne acto llevado a cabo en Calasparra y fue muy estimulante. "La verdadera superdotación es la motivación", fueron algunos de los mensajes que lanzó desde la tribuna a las casi cuatrocientas personas reunidas en el Auditorio Municipal. Para los padres también tuvo amplias palabras de reconocimiento y aprovechó para reivindicar la labor de las "instituciones del conocimiento", como el mismo dijo. El Ministro terminó su intervención con una petición a los jóvenes, que en la medida de sus posibilidades trabajaran para contribuir al progreso de "este país que tanto queremos" añadió, "y lograr que sea excelente" y se permitió bromear con la posibilidad de hacer un estudio para averiguar cómo cuatro jóvenes de la misma localidad habían obtenido cuatro premios extraordinarios, sobre lo que el Alcalde apuntó, más tarde, en tono distendido, que el arroz podría ser la clave.
Precisamente el Alcalde de Calasparra fue el encargado de abrir el acto con un discurso en el que apuntó que los cuatro jóvenes eran un ejemplo a seguir y manifestó el orgullo que sentía por ellos.
En nombre de los distinguidos Fernando Gómez Martínez se dirigió al auditorio y dio en primer lugar las gracias al alcalde y al ayuntamiento y después al resto de los presentes, haciendo un guiño especial por sus familias. Destacó el hecho de que el reconocimiento viniera de los más cercanos, de "los nuestros", e hizo partícipes de la distinción "a todos los calasparreños que, con dedicación, trabajan por cumplir un sueño", señaló.
También intervinieron en el acto el Consejero de Universidades, Salvador Marín, y los Rectores de las Universidades de Granada y Murcia, que coincidieron en manifestar su felicitación y que, junto al Alcalde y al Ministro, fueron los encargados de imponer los Escudos de Plata de la Villa. El acto contó con la colaboración y la coordinación de Miguel López Bachero Director del Club La Opinión y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia y fue cerrado por la actuación de grupo local La Danserye, especializado en música antigua. Por supuesto hubo arroz para todos.