El pueblo de Blanca inicia la romería en honor a San Roque, patrón de Blanca. A las 8 de la mañana, comenzó la marcha con el estruendoso doblar de campanas y el resonar de tracas y cohetes.
El recorrido comenzó en la plaza de la Iglesia y continuó a lo largo de las calles Generalísimo, Concepción y Barrio Nuevo, hasta llegar a la conocida como "punta del pueblo", donde los romeros siguieron por la carretera de la Estación, hasta llegar al campo de San Roque.
Una vez allí, cientos de fieles honraron a su patrón, primero en la misa en su honor y después pasando una rama de tomillo por las llagas del Santo. Tal y como manda la traición, los blanqueños vivieron ese día de fiesta donde se come, en un auténtico día de fiesta, la tradicional "mona", el conejo frito con tomate, un trozo de tortilla, un puñado de habas tiernas, y todo ello regado por un buen trago de vino y por supuesto las monas con o sin huevo.
A las 19 horas, el santo llegó a la entrada del pueblo donde varios miles de ciudadanos le esperaron para llevarlo en procesión hacia la parroquia de San Juan Evangelista.