Murcia, 12 ene (EFE).- Los cinco miembros de una familia a los que se juzga desde hoy en la Audiencia Provincial de Murcia acusados de matar a puñaladas a un joven y de herir gravemente a un hermano de éste en un bar de Alcantarilla se han declarado inocentes y ninguno se ha confesado autor material de los hechos, según han indicado a Efe fuentes judiciales.
Los acusados, para los que el fiscal pide penas que suman 115 años de prisión por un delito de homicidio consumado y otro en grado de tentativa, reconocieron haber estado en el bar "Mustafá" de Alcantarilla en la madrugada del 9 de agosto de 2007, cuando se produjo una reyerta con los hermanos Óscar y Francisco O.S., pero todos negaron haber sido los autores del apuñalamiento con una navaja de grandes dimensiones.
El que hasta ahora era considerado como autor de las puñaladas, Eduardo G.B., el único que permanece en prisión desde el día del crimen, y que cuando fue detenido admitió su participación en los hechos, se ha desdicho hoy y se ha declarado también inocente, como el resto de sus familiares que se sientan en el banquillo.
Esta primera sesión de la vista oral ha dado comienzo en la Audiencia Provincial de Murcia con el interrogatorio a uno de los acusados, Juan G.F., quien ha asegurado que su participación en el suceso se limitó al lanzamiento de vasos y taburetes del local para repeler la agresión que aseguró haber recibido por parte de Óscar y Francisco O.
Negó haber llamado en auxilio de su hermano Antonio G.F. y de su primo Antonio G.S. a los otros dos acusados, Eduardo G.B. y Antonio G.B., la misma postura que han mantenido los otros cuatro procesados.
Sólo ha reconocido haber visto ensangrentado al que resultaría apuñalado mortalmente, Óscar O., aunque ha añadido que no podía precisar quién había sido el autor material porque el local estaba "muy oscuro".
Sí ha indicado que vio a Eduardo "limpiar la navaja en su camiseta", al mismo tiempo que decía a los demás que dejaran el local porque lo había "pinchado".
Por su parte, el también acusado y hermano del anterior, Antonio G.H., ha declarado que la trifulca que acabó en el homicidio se inició porque al llegar los dos hermanos y su primo Antonio G.S. al bar Francisco O.S. "nos hizo un feo, y a mí me dio un golpe en la oreja, cuando tenía que haberme dado la mano, como vecinos que habíamos sido".
En la sesión de hoy, ha prestado declaración una testigo de los hechos, F.E., quien en la instrucción de la causa señaló a los acusados como participantes en la reyerta y en el crimen, pero que hoy se desdijo de sus manifestaciones y aseguró que no había visto nada.
La acusación particular le ha hecho ver las contradicciones en que incurría y le ha recordado las manifestaciones incriminatorias hechas en su día, por lo que le ha preguntado si estaba amenazada y si era esta la causa de que no quisiera ratificar sus anteriores declaraciones, lo que la testigo ha negado.
En ese momento se ha producido un incidente cuando algunas de las personas que llenaban la sala del juicio, la mayor parte familiares de las víctimas y de los acusados, han proferido muestras de desaprobación, que han sido cortadas por el presidente del tribunal con la advertencia de que si se volvían a repetir ordenaría desalojar la sala.
La vista oral continuará mañana con la declaración de otros testigos, entre los que se encuentran los porteros del local que consiguieron, en un primer momento, que la agresión no continuara, aunque, con posterioridad, se vieron desbordados y no pudieron evitar el crimen. EFE