La carretera de Calabardina a El Sombrerico, en Águilas (Murcia), se ha convertido en un trayecto mortal para nuestra emblemática especie
Hasta una docena de cadáveres de tortuga mora (Testudo graeca) contabilizó la asociación ecologista de Águilas AMACOPE el pasado abril, en los seis kilómetros de carretera asfaltada que unen Calabardina y El Sombrerico. También halló restos de una culebra de escalera (Zamenis scalaris) y de un ejemplar de culebra bastarda (Malpolon monspessulanus). En todos los casos había claras señales de atropellamiento y la causa parece evidente: la falta de regulación de la velocidad en la zona y, en consecuencia, la elevada velocidad de los vehículos que atraviesan ese transitado lugar del Parque Regional de Calnegre-Cabo Cope.
AMACOPE cree que puede evitarse fácilmente la repetición de esos accidentes si se se adoptan medidas en el citado tramo de carretera, especialmente durante los meses de abril y mayo, por lo que solicita la urgente instalación de señales verticales de tráfico que informen de la presencia de fauna silvestre y se controle la velocidad de los vehículos que transitan dicha vía. La máxima actividad de la tortuga mora se produce por el aumento de las temperaturas de abril a mayo y con las primeras lluvias del otoño. El resto del año, los ejemplares se ocultan en la vegetación o bajo tierra.
La tortuga mora figura como “especie en peligro” en el libro rojo de los vertebrados de España, si no se atajan a corto plazo los factores que provocan su muerte violenta. Actualmente solo existen en España tres poblaciones (en Mallorca, en Doñana (Huelva) y en Almería/Murcia), zona esta última donde se ubica el paraje aguileño de Cope y su Marina. En todas ellas, la tortuga mora está ya en acusado declive, seriamente amenazada por la intensa destrucción de su hábitat y la extracción ilegal de ejemplares.