Después de un año sin poder celebrarse a causa de la COVID-19 y coincidiendo con el Día de los Fieles Difuntos, el cementerio municipal ha acogido un oficio religioso en el que han estado presentes la alcaldesa, Mari Carmen Moreno, y la edil de Cementerios, Isabel Fernández, así como otros miembros de la Corporación Municipal.
La misa, a la que han acudido entorno 200 personas, ha finalizado con diferentes ofrendas florales: junto a los monolitos dedicados a la memoria de los seres queridos que nos precedieron, otra realizada por el presidente del Cabildo de Cofradías, José Cáceres, ante la escultura de la Virgen de los Dolores, patrona de Águilas, y una al monolito homenaje a todas las personas fallecidas durante la pandemia.
Resaltar que este acontecimiento se ha realizado con todas las medidas sanitarias preceptivas, como uso obligatorio de mascarilla, reducción de aforo y aplicación de gel hidroalcohólico.