Centenares de personas se dieron cita ayer en Águilas al grito de Mussona na na, Mussona na na en las calles de Águilas para vivir una de las noches más tradicional del Carnaval de Águilas; una jornada en la que Susana Lajarín, de la peña Las Yayas, se metía en la piel de un saltamontes para dar vida a esta dualidad entre el hombre y la bestia.
Pasaban las diez de la noche cuando el Castillo de San Juan de las Águilas era testigo de la "suelta de la fiera" que con un espectacular traje articulado de más de 30 kilos de peso y elaborado con más de 5.000 piezas, en su mayoría pelos de mar y piñas, comenzaba su descenso hasta la plaza de España guiado por el sonido del pandero de su domador, Walter Ramón, Mussona del 2.016.
Ya en la Glorieta, y tras ser calmada por el sonido de las caracolas que marcaban los Amigos de las Tradiciones, era recibida por la alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno; el edil de Carnaval, Vicente Ruiz; y el presidente de la Federación de Peñas, José Alonso.