La noche más tradicional del Carnaval de Águilas reunía ayer a centenares de personas que al grito de Mussona na na, Mussona na na recibían a Walter Ramón Iñiguez que se metió en la piel de un licántropo para dar vida a esta dualidad entre el hombre y la bestia.
Pasaban las diez de la noche cuando el Castillo de San Juan de las Águilas era testigo de la invocación de este ser, mitad hombre y mitad lobo, que tras el ritual comenzaba su descenso hasta la plaza de España guiado por el sonido del pandero de su domador, Ginés Parra, Mussona del 2.015.
Ya en la Glorieta, y tras ser calmada por el sonido de las caracolas, era recibida por la alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno; el edil de Carnaval, Vicente Ruiz; y el presidente de la Federación de Peñas, José Alonso.