Águilas ya vive el carnaval de calle. Después de un día de lluvia incesante, al caer el sol se disiparon las nubes y la ciudad pudo dar paso a los actos centrales del programa carnavalero. Bajo una gran expectación y rodeada de numeroso público, anoche, la Mussona dejó constancia de la intensidad con la que el municipio vive su primer año como Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Ginés Parra Enrique, de la Peña Anámnesis, encarnó a un voluminoso alacrán, rememorando que durante su niñez sufrió una picadura de esta especie arácnida. De igual modo, buscó la inspiración en los elementos que aporta la propia tierra, poniendo de manifiesto que es natural de un municipio de interior, concretamente de la vecina localidad de Pulpí.

Su traje estaba confeccionado con diferentes materiales, entre los que se encontraba el esparto, como manda la tradición, además de otros componentes como: cáscaras de castaña, bellotas, estopa o esponjas marinas, que junto a un cuidado maquillaje consiguieron una perfecta transformación de este ancestral personaje.

Tras su invocación en el Castillo de San Juan, la 'Bestia' bajó hasta la Plaza de España guiada por su domadora, Marina López, la Mussona del pasado año. En todo momento estuvo acompañada por cientos de seguidores, mientras las gentes que se hallaban a su paso le cantaban el tradicional 'Mussona-na-Mussona-na'. Toda la secuencia quedo recogida en una cámara GoPro, que ella misma portaba en su disfraz.

A su llegada al Ayuntamiento, cercada por otras Mussonas con antorchas y tras ser calmada por el sonido de las caracolas, fue recibida por el alcalde de Águilas, Bartolomé Hernández, la edil de Festejos, Clara Valverde, y el presidente de la Federación de Peñas, José Alonso, junto al resto de Personajes del Carnaval, con quienes llevó a cabo el ritual para volver convertir a la fiera en hombre.