Águilas, 22 jul (EFE).- La Dirección General de Planificación, Evaluación y Control Ambiental del Gobierno de Murcia ha autorizado el vertido al mar de la conducción de salmuera procedente de la nueva planta desaladora Águilas-Guadalentín, que había solicitado la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed).
La resolución aparece publicada hoy en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) y en la misma se especifica que el vertido final será "una mezcla de la salmuera de rechazo procedente del proceso de ósmosis inversa y de los efluentes tratados de la planta de tratamiento de aguas".
El caudal máximo autorizado para la emisión al mar es de 2,74 metros cúbicos por segundo 330 días al año, 78 hectómetros anuales, añade la resolución, en la que también se expone que "la totalidad de las aguas de rechazo de la desaladora se evacuarán al Mediterráneo mediante una conducción terrestre y una conducción de vertido submarina".
El tramo en tierra partirá de la desaladora y circulará, enterrado bajo la rambla de El Charcón para desembocar en la playa aguileña de Poniente, circulando bajo el paseo marítimo hasta el farallón del castillo, desde donde una arqueta dará paso a una tubería que atravesará el acantilado y que conectará con la conducción de vertido submarina.
Esta tubería submarina, a 12 metros de profundidad, comenzará en el puerto de Águilas, junto al faro de Punta Negra, en una zona del litoral "considerada área de sensibilidad ecológica", tendrá una longitud de 420 metros y un diámetro de 1.400 milímetros.
La resolución especifica que los valores límite de emisión de concentraciones de sustancias contaminantes en el vertido final desde la tierra al mar serán de 0,5 miligramos de fósforo total por litro, de un miligramo de nitratos por litro y de un miligramo por litro de amonio, y no podrá superar concentraciones superiores a 0,6 miligramos de nitritos o 0,5 miligramos por litro de cloro libre.
Además esta resolución indica que el vertido "no podrá provocar una subida superior a los tres grados centígrados" en la temperatura del agua del mar en un radio de 200 metros del punto del vertido y asegura que la profundidad a la que se realizará el vertido es suficiente para que la capa más densa de la salmuera "no afecte significativamente a las praderas de posidonea oceanica y a los céspedes de cymodocea nodosa".
Como medidas adicionales de seguridad se exige la instalación de "salinómetros" en el área de influencia del vertido para conocer en cada momento la salinidad del medio receptor.
Con carácter inicial la planta desaladora de agua de mar producirá 60 hectómetros cúbicos de agua potable al año, y el volumen máximo de salmuera vertida al medio marino será de 78 hectómetros anuales.
La autorización concedida a Acuamed para los vertidos no sobrepasará los cuatro años aunque será renovable tras la realización de nuevos estudios y en la misma se prohíbe de modo expreso el vertido directo al mar, sin previa depuración, de aguas residuales de origen industrial ni las procedentes de las limpiezas de las membranas de ósmosis inversa o de los filtros de la planta desaladora. EFE