La Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, a través de la Dirección General de Carreteras, instalará un sistema contra desprendimientos en la principal vía de acceso a Abarán, la RM-513, que comunica el municipio con la autovía A-30 (Cartagena-Albacete), para mejorar la seguridad vial de conductores y peatones.
El alcalde de Abarán, Antonio Eugenio Gómez, señaló que este proyecto “es fruto de un ingente trabajo del equipo de Gobierno que continúa con su iniciativa de mejorar las infraestructuras del municipio con el objetivo de atender a las necesidades y demandas de los ciudadanos”.
Gómez calificó este convenio como un “logro que redundará en la mejora viaria de los accesos a nuestro pueblo” y que se ha conseguido “en beneficio de los abaraneros, con mucho trabajo por parte de este equipo de Gobierno y gracias a la colaboración de la Dirección General de Carreteras”, señaló el alcalde de Abarán.
La remodelación de accesos al municipio constituye uno de los tres grandes proyectos del quipo de Gobierno para 2010, junto a la puesta en marcha de la Red de Abastecimiento de Agua Potable en zonas industriales y pedanías y la aplicación del Sistema Terciario a la depuradora municipal, que permitirá que se reutilice el 100% de agua.
Además, se verá complementado con el de acondicionamiento de la carretera que une las poblaciones de Abarán y Blanca (RM-B17), cuyas obras comenzaron el pasado mes de enero y en el que la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, a través de la Dirección General de Carreteras, invierte 233.160 euros. Esta medida supone la remodelación de un tramo de carretera expuesto a desprendimientos de tierra o piedras en la calzada, con la eliminación de curvas y la construcción de una red de drenaje.
Por su parte, el director general de Carreteras, José Guijarro, indicó que la actuación en la RM-513, que discurre contigua al talud de una ladera, “permitirá reforzar las condiciones de seguridad vial y reducir al máximo los imprevistos ocasionados por la posibilidad de algún desprendimiento de tierra o piedras sobre la calzada, lo que beneficiará a los conductores en los más de cinco millones de desplazamientos que registra esta vía al año, así como a los peatones que transitan por la zona”.
Mediante este proyecto, que se encuentra en fase de licitación, se actuará sobre el talud en aquellas zonas susceptibles de desprendimientos, donde se instalarán siete mallas metálicas, de entre cuatro y cinco metros de altura, y una red de cable de acero de protección de 200 metros cuadrados “que actuará de sujeción y evitará el deslizamiento de rocas sobre la calzada”, apuntó el director general.
José Guijarro explicó que “por su particularidad, las labores de instalación de estos sistemas que suponen una inversión superior a los 400.000 euros por parte de la Consejería, estarán a cargo de personal especializado, para garantizar su correcta colocación”.
En el caso de las áreas de mayor dificultad de acceso, se utilizarán grúas para facilitar la instalación de los diferentes elementos de seguridad.
“Desde la Consejería se actúa desde diferentes campos para aumentar las condiciones de seguridad vial de las carreteras autonómicas. Este proyecto, en particular, evitará que un movimiento del terreno o fenómenos naturales como la lluvia o el viento provoquen el arrastre de tierra y rocas hasta la carretera, lo que redundará en la tranquilidad de peatones y conductores a la entrada de la población de Abarán”, concluyó José Guijarro.