Fina López Gil, presidenta de la Asociación de Viudas Virgen del Oro, ofreció un emotivo Pregón de Navidad en la Parroquia de San Pablo donde no faltaron palabras dedicadas a sus padres, a las tradiciones abaraneras, a las vecinas del barrio de Los Morzaletes, así como elogios a las misas de gozo y anécdotas en torno a las luminarias, una reflexión personal sobre aquello que más le gusta de su pueblo y sobre lo que recuerda con mayor cariño.
“Soy abaranera, nací en una familia humilde y aunque mis padres no nacieron en Abarán nos enseñaron a amar las tradiciones de nuestro pueblo; con su ejemplo nos enseñaron a esperar con gozo la Navidad y lucharon siempre por transmitirnos el valor de la familia”, comenzó su exposición Fina López Gil.
“En esta fiesta de Navidad debemos recordar que Dios vino al mundo para amar y para salvar a los hombres; nació en el lugar más humilde, cuando podía haber elegido el mejor de los palacios”, señaló la pregonera.
La presidenta de la Asociación de Viudas Virgen del Oro también quiso compartir con familiares y amigos su idea de Navidad: “Muchas veces esa Navidad sencilla y entrañable queda apartada por otra consumista, de gasto inmoderado y que poco tiene que ver con el sentido cristiano de la vida, especialmente en estos tiempos donde a muchas familias les falta el trabajo y con él, lo mínimo; cambiemos lujo y exceso por ayuda a estas familias”.
Fina López Gil recordó con añoranza y alegría su primer colegio del Asilo, entonces convento de Carmelitas, así como las luminarias que se hacían el Día de la Purísima, en Santa Lucía, Noche Buena y la Candelaria.
“No quiero desmerecer los oficios que actualmente se hacen pero yo echo de menos aquellas misas y novenas de gozo. Nuestra pandilla no nos perdíamos ni una. Un año llegamos a la puerta de la iglesia creyendo que íbamos tarde y estaba todavía cerrada. Nos acurrucamos en la puerta y al rato largo dieron las cinco de la madrugada. No recuerdo qué hicimos, pero eso mismo le pasaba a mucha gente por el afán de no llegar tarde”, relató la pregonera.
En su discurso, Fina López hizo mención a los tradicionales dulces de la Pascua, “que por entonces sólo se hacían en estas fechas”, al típico pavo de Navidad, la Nochevieja, “otra noche inolvidable”, y la noche de Reyes: “recuerdo misReyes de niña: figuras de mazapán o anguilas y unas cajitas redondas de peladillas”.
“Ahora, amigos, la noche grande de Abarán, la Noche del Niño; ¡qué emoción!, la salida de los niños, la gente, la música; todo el mundo –continuó- se emociona al oír la campanilla de los animeros que se confunde con los gritos y vivas al Niño Jesús. Yo particularmente no he podido controlar nunca las lágrimas cuando eso se produce; en todas las casas del pueblo se espera al Niño con la misma ilusión”, afirmó.
No faltó en su intervención una mención especial a la Parroquia de San Juan Bautista y su sacerdote, Don Juan Sáez, así como tampoco elogios a su pueblo.
“Espero haberos transmitido mi ilusión por estas fechas, que seguro os habrán hecho sentir identificados a muchos de los aquí reunidos, ya que en Abarán la Navidad se vive de una manera entrañable”, resaltó.
“Deciros que debemos intentar que la Navidad sea permanente en nuestros corazones y todas las buenas intenciones y sentimientos que afloran en estas fechas las conservemos todo el año”, añadió.
“Compartiendo, el mundo sería mejor; intentemos sonreír aunque a veces estemos tristes, como lo hizo Jesús, pues más vale una sonrisa triste que la tristeza de no saber o no poder sonreír. ¡Viva la Navidad! ¡Viva el Niño Jesús!”, concluyó.
Su sobrina, la concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Abarán, María Trinidad López, le dedicó palabras de cariño en el discurso introductorio del acto. Por su parte, el alcalde de Abarán, Antonio Eugenio Gómez, le impuso la insignia del municipio.
Un recital navideño a cargo de la soprano Carmen Iglesias, el soprano masculino José Ramírez y la pianista Begoña Temé, cerró el acto.