Nota remitida por PSOE:
La portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Abanilla, María Dolores Saurín, se ha negado a firmar el acta de la Mesa de Contratación que ha adjudicado las seis obras del Fondo Estatal de Inversión Local, el llamado “Plan Zapatero”, al considerar que “el pliego de condiciones elaborado por el Ayuntamiento y el sistema de adjudicación no reúnen las condiciones legalmente exigibles, pues además de la imprecisión del mismo, el acto en sí suscita muchas dudas, pues el día que se abrieron los sobres de las ofertas no se baremaron cada una de las obras y se fueron adjudicando por separado, sino que cinco días después se llevaron a la mesa de contratación los resultados definitivos con criterios que pueden suscitar dudas”.
Afirma María Dolores Saurín que ella no fue invitada a la Mesa de Contratación, sino que pidió estar en nombre del Grupo Socialista para observar el desarrollo del procedimiento y ser testigo de su legalidad, petición que se aceptó telefónicamente y sin citación escrita. La Mesa se reunió en dos ocasiones, en primer lugar el 18 de marzo, cuando se procedió a la apertura de los sobres que contenían las condiciones de las empresas que habían sido citadas por el Ayuntamiento, así como los sobres donde constaban las ofertas económicas. Se abrieron todos a la vez, y no obra por obra, y ahí terminó el acto, que se reanudó el día 23, cinco días después, para proceder a adjudicar las obras con los criterios de puntuación adoptados en ese mismo momento.
En esa reunión Saurín manifestó que “el espíritu de los Fondos Estatales no había sido entendido, ya que iban dirigidos a favorecer a los pequeños empresarios y a reducir el desempleo del municipio, pero sin embargo con este sistema de adjudicación, las tres obras civiles han recaído en una gran empresa con sede en Elche (Alicante), mientras que el resto de las empresas de Abanilla han visto pasar la oportunidad de poder trabajar con fondos públicos y paliar la situación económica que atraviesan”.
Es injusto que, con los tiempos que corren, a una empresa se le adjudique todo y a las otros seis nada. Por lo tanto, y considerando que no ha habido precisión para garantizar la igualdad entre todas las empresas competidoras, Saurín muestra su disconformidad con la adjudicación y se niega a firmar las actas de la Mesa de Contratación, afirmando que “de ninguna manera seremos cómplices ni partícipes de esta injusticia social”.