El próximo 22 de marzo confluirán en Madrid 9 columnas salidas desde todos los rincones del país con la intención de hacer notar la crudeza de la actual situación y la posibilidad de cambiarla radicalmente. Miles de personas recorrerán el país para confluir en una reivindicación unitaria contra laspolíticasde recortes, privatizacionesy represión, rechazando el pago a una deuda ilegítima que está desmantelando nuestro país. Desde la Región, partiremos el domingo 9 de Marzo desde el cruce de las vías del barrio de Santiago el Mayor (Murcia), las 10:00 de la mañana.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) participaremos y apoyaremos este tipo de iniciativas que, anteponiendo los derechos de las trabajadoras y trabajadores, reclaman el fin de de esta política del miedo lanzada contra las y los trabajadores.
Desde la UJCE en la región, sabemos que en estos momentos tan duros para la clase trabajadora resulta fundamental formar parte de la solución, siendo clave la implicación de todas para originar un cambio sustancial. Esperar a que vengan los llamados "salvapatrias" supondría continuar ahondando el problema. Nosotras y nosotros, el pueblo, tenemos que ser capaces de organizarnos y tomar el timón de nuestro futuro, generando empoderamiento popular en cada barrio, en cada centro de estudios y de trabajo. Sólo así, empoderándonos y dando soluciones colectivas a problemas que son colectivos, seremos capaces de hacer frente a estas políticas de derechas que están causando estragos entre la población a todos los niveles.
La Región de Murcia, fruto de décadas de políticas neoliberales, se encuentra a la cabeza de las estadísticas más espeluznantes: paro, precariedad laboral, temporalidad, desahucios, viviendas vacías, especulación, pobreza extrema e infantil, corrupción, etc, siendo considerablemente más afectados los sectores más desprotegidos de la población como son la juventud, las mujeres, las personas LGTBI y las migrantes.
Es por esto que estas marchas a Madrid representan una oportunidad, un grito de esperanza para toda la población que está sufriendo sobre sus propias carnes la crisis generada por la Troika, un aliento a la lucha diaria de cientos de miles de personas a lo largo y ancho de todo el país. En definitiva, una oportunidad para perder el miedo, para que el miedo cambie de bando.