El yacimiento arqueológico del Barrio del Foro Romano, que desde su apertura al público en abril de 2012 ha recibido a 50.000 visitantes, contará a finales de julio con un nuevo aliciente: un conjunto de pinturas romanas que han sido restauradas y que desde ayer lunes han empezado a instalarse en el Edificio del Atrio.
En el transcurso de las excavaciones arqueológicas desarrolladas entre los años 2008-2012 en el Barrio del Foro Romano (insula I) del Molinete, se recuperó un importante conjunto de fragmentos de pintura mural procedentes del área noble del Edificio del Atrio.
Estas pinturas, una vez catalogadas y estudiadas, se han sometido a un proceso de restauración que ha comprendido su limpieza, consolidación y montaje del correspondiente puzzle, gracias al cual se ha determinado la posición exacta de los fragmentos en su pared. Así, se ha realizado la restitución de tres paños de pintura mural pertenecientes a dos habitaciones diferentes.
Los trabajos de restauración, subvencionados y dirigidos desde el Instituto del Patrimonio Cultural de España del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, fueron adjudicados a la empresa INSITU y se han acometido en una nave-almacén del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena; mientras que su puesta en valor ha sido financiada por el Ayuntamiento de Cartagena.
PROCESO DE INSTALACIÃ"N EN EL YACIMIENTO
Una vez recompuesto puzzle con los fragmentos recuperados, el proceso final de restauración y puesta en valor de las pinturas ha consistido en la colocación de las composiciones resultantes sobre una capa de intervención de mortero de cal y arena con la que se adhieren a un panel de Aerolamb.
A continuación se da la vuelta a estas placas, se retiran las protecciones de engasado iniciales colocadas sobre la pintura original y se procede a la limpieza y reintegración volumétrica del panel completo. Posteriormente, se anclan unas piezas metálicas en el reverso de los paneles para poderlos colgar en la estructura metálica preparada para tal fin.
La fase final se realiza en el propio yacimiento, donde se han diseñado y fabricado unas estructuras metálicas que restituyen los muros que albergarían esa decoración y sobre las que se colocarán los paneles restaurados.
El Edificio del Atrio, construido a finales del siglo I a C. e interpretado como perteneciente a una asociación de carácter privado o semipúblico, pudo estar dedicado a la celebración de banquetes conviviales en honor a una divinidad, tal vez de de origen oriental.
El edificio experimentó diversas transformaciones entre los siglos I y III d.C. Uno de los paneles pictóricos recuperados procede de la remodelación de una de las salas de banquetes del edificio, fechable en el siglo II d.C. Se trata de un paño, de 3,40 m de alto por 3,40 m de ancho, compuesto por un rodapié negro, zócalo con evocación de una composición con imitaciones de mármol, y zona media compuesta por interpaneles rojos y verdes separados por un interpaneles negros con decoración figurativa.
El otro conjunto pictórico pertenece al piso superior del edificio, en concreto a una habitación ubicada sobre la sala principal abierta al atrio por el norte. Al no poderse musealizar en su ubicación original, se van a exponer en una de las salas de servicio del edificio. El conjunto está integrado por dos paños, dispuestos en L, de aproximadamente 4 m de alto por 2 m de ancho. Se trata de una composición en red en la que se evocan máscaras femeninas envueltas en guirnaldas vegetales.
Una vez realizados trasladados los paneles pictóricos al ¿Edificio del atrio¿ y colocados en sus lugares correspondientes, los restauradores continuarán durante dos semanas más su trabajo.
PREMIO NACIONAL Y VISITANTES
Desde su apertura, el mes de abril del pasado año, Cartagena Puerto de Culturas ha registrado casi 50.000 visitas a este yacimiento, que recibió el Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales. Uno de los motivos por el que el jurado eligió este proyecto como el ganador es la calidad de su intervención pluridisciplinar. El proyecto también incluye la investigación arqueológica, la restauración de bienes culturales, la musealización del conjunto y la difusión, con un componente importante de participación social.
Otros aspectos tenidos en cuenta por el jurado fueron el carácter integral de la intervención, la aportación que supone para la rehabilitación urbana y el desarrollo económico de un área urbana, así como la composición paritaria del equipo que ha realizado el proyecto.
El Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales se creó en el año 1994 y desde entonces se otorga anualmente por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a las personas o instituciones que por sus obras o participación activa en el ámbito de la restauración y conservación, contribuyen al enriquecimiento del Patrimonio Cultural de España.