El viernes, día 14 de octubre, está previsto que se abra al público el parque arqueológico del Molinete, después de que hayan finalizado las obras de recuperación y puesta en valor del cerro para su uso ciudadano.
Así lo ha anunciado el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Joaquín Segado, que ha señalado que se abrirá sin acto oficial de inauguración, por la cercanía de las elecciones generales.
Las tareas arqueológicas y de acondicionamiento del parque han terminado y no hay motivo para demorar más su puesta en servicio y su disfrute por los ciudadanos, independientemente de que se inaugure, ha precisado Segado.
El parque se abrirá el viernes por la mañana. Se podrá acceder al mismo por la calle Adarve o por la escalera mecánica de la calle San Fernando, que ha sido dotada de un sistema que permitirá su accionamiento a distancia, en caso de parada, desde la base de la Policía Local.
Con el objeto de controlar el funcionamiento de la escalera y de la seguridad de los restos arqueológicos, se ha instalado además un sistema de vigilancia por videocámaras, que funciona en todo el parque.
Otra novedad es la de los juegos infantiles electrónicos que se han situado en la parte alta del cerro. Según ha explicado Joaquín Segado están dirigidos a niños mayores de seis años y durante el sábado y el domingo, personal de la empresa suministradora enseñará a los pequeños diversos aspectos curiosos de su funcionamiento.
Las obras del Parque del Molinete se iniciaron en el verano de 2010 y han afectado a la parte superior de la colina, con el objetivo de crear un nuevo pulmón verde que conviva con los importantes restos arqueológicos allí existentes.
Esta actuación, incluida en el Plan E, ha contado con un presupuesto que ha rondado los 4 millones de euros, y su ejecución ha estado condicionada por la marcha de los trabajos arqueológicos, que van desde el siglo II a.c. hasta el XVI d.c..
Entre los restos se encuentran una serie de estructuras de época tardorrepublicana asociadas a un templo de cronología ligeramente anterior, localizado junto a un sacellum o pequeña capilla dedicada a la diosa siria Atargatis.
También se ha intervenido en las inmediaciones del molino-ermita de San Cristóbal, donde en los años 90 se localizaron los restos de un hipotético castellum aquae, es decir, una estructura destinada al almacenamiento y posterior redistribución de agua a la ciudad en época antigua.
Por último, se ha consolidado y restaurado el lienzo de la denominada Muralla del Deán y de los molinos del siglo XVI localizados en la cima de la colina.
Además de los restos arqueológicos, el Parque ofrece espacios ajardinados para el paseo de los ciudadanos, un nuevo mirador y pulmón verde para el que se han utilizado especies autóctonas, perennes y caducas, que han permitido la creación de zonas de descanso y esparcimiento con sombra en verano, y soleados en invierno.
El próximo viernes los ciudadanos podrán conocer el resultado final de todos los trabajos, cuya avanzadilla tuvo lugar la pasada Semana Santa en que se abrieron al público de manera temporal los accesos por las calles Adarve y San Fernando y mostraron un 10 por ciento de la superficie total del parque, que ahora se abrirá de forma definitiva.