Cartagena, 31 mar (EFE).- Las dotaciones de la flotilla de submarinos portugueses se encuentra desde hoy en Cartagena para recibir formación y entrenamiento en la Escuela de la Base de Submarinos del arsenal militar cartagenero, informó el capitán de navío y jefe de la Flotilla de Submarinos de la Armada de ese país Henrique Melo.
Melo, acompañado por el oficial español de la flota de submarinos Francisco Javier González-Huix realizó una visita de cortesía a la alcaldesa de Cartagena Pilar Barreiro en el Palacio Consistorial donde atendieron a los medios de comunicación.
Henrique Melo señaló que el objetivo de esta escala en la ciudad de Cartagena es que 40 miembros de la dotación que dirige reciban entrenamiento, hasta el próximo día 3 de abril, en el tanque de escape libre de la Escuela de Submarinos de la ciudad.
Los militares portugueses realizarán ejercicios y simulacros sobre cómo escapar de un submarino hundido a la superficie, un ejercicio necesario para poder obtener la certificación que requieren para hacerse cargo los nuevos submarinos que formarán parte de su flota.
El único lugar en toda la península ibérica con una torre de escape libre para poder realizar estos ejercicios es la Escuela de la Base de Submarinos de Cartagena, de ahí que los portugueses hayan elegido España, en vez de Alemania, que era la otra opción.
La Armada portuguesa tiene previsto que el próximo mes de mayo otros 40 miembros de la dotación de la flotilla de submarinos acudan a la base de submarinos de Cartagena para recibir la misma formación.
El simulador del escape libre, ubicado en el edificio de la Escuela de Submarinos de Cartagena, consiste en una torre de diez metros de altura, llena de agua a presión, con una serie de escotillas que simulan las del submarino por la que habría que salir a la superficie.
Previamente a este ejercicio, que las dotaciones de cualquier submarino tienen que realizar al menos una vez al año, deben pasar un entrenamiento en la cámara hiperbárica del Centro de Buceo de la Armada Española en Cartagena. EFE