La Concejalía de Medio Ambiente ha confirmado la aparición de una palmera afectada por el "Picudo Rojo", localizada en un jardín privado de la localidad. Técnicos municipales y del servicio de Sanidad Vegetal de la Comunidad Autónoma han mantenido una reunión con los responsables de empresas de jardinería y viveros del municipio para analizar las medidas a adoptar y poner en marcha el protocolo de actuación marcado por la Consejería de Agricultura y Agua.
El Ayuntamiento va a emitir un Bando, en el que se informa a los propietarios de las distintas especies de las medidas a adoptar para prevenir la propagación de la infección. Así, según queda reflejado en dicho Bando, "aquellos vecinos propietarios de palmeras deberán comunicar su existencia para la elaboración de un censo de todos los ejemplares ubicados en fincas privadas del municipio, cumplimentando un impreso disponible en el Registro General del Ayuntamiento o en la página web del Ayuntamiento (www.caravaca.org)". Asimismo, las palmeras hay que mantenerlas en un buen estado fitosanitario, mediante la aplicación de tratamientos preventivos.
Igualmente, el bando recoge la prohibición de abandonar restos de poda en la vía pública y en lugares no indicados para ello. Los ejemplares con infección se destruirán, siguiendo el protocolo de actuación de la Comunidad Autónoma.
Los propietarios de palmeras deben controlar la aparición de determinados síntomas como el decaimiento de las hojas centrales, el desplomado total y los restos pardos, ya que se puede ocasionar un riesgo para las personas y bienes por la rotura del tronco.
En los casos de sospecha de infección o de infección avanzada, se deberá comunicar al Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura y Agua, a través de la dirección picudopalmeras@gmail.com, donde se les facilitará el asesoramiento oportuno.
El "Picudo Rojo" (Rhynchophorus ferrugineus) es una plaga que afecta a las palmeras, fundamentalmente a canarias, datileras y washingtonias (en ese orden de preferencia), aunque puede atacar a cualquier palmácea. Dada la virulencia con la que está avanzando esta plaga en la Región, se hace necesaria en la lucha contra la misma la colaboración de la población. Dicha plaga es un coleóptero, parecido a un escarabajo de color rojizo oxido de hierro, que vuela de palmera en palmera atraído por el olor que desprenden los cortes de la poda de las palmeras. Una vez en ellas depositan decenas de huevos en las hojas. Estos huevos eclosionan y evolucionan a una larva de unos 4 a 6 centímetros de longitud, de color blanco o hueso, no tiene patas y se introduce en el interior de la palmera, destruyendo sus tejidos y provocando su muerte si no se actúa a tiempo.